miércoles, 16 de septiembre de 2009

Año nuevo, vida nueva


En 15 días este espacio desaparecerá de la blogosfera. Ya casi ni existía igual, ni historias ni nada interesante para contar había así que ya era hora de darle un final digno a esta cuestión. Porque ya no era ni re buena ni rebelde y me aburrí.

Igualmente en breve pretendo reaparecer para contarles más novedades desde mi nuevo futuro lugar en el mundo.

miércoles, 10 de junio de 2009

Hay luz al final del túnel pero me parece que yo no la quiero ver

Foto cortesía de la entrañable Florencia Aliberti


Definitivamente creo que me merezco todo lo que me pasa. No soy ni seré nunca una melancool porque esa definición aplica sólo para los hombres pero creo que ando cerca eh!
Hoy fui al supermercado, así nomás a cara lavada con la campera más gorda que tengo porque hace mucho frío y un carilina en la mano porque encima tengo rinitis crónica. Aunque tengo amigas que me aconsejan andar todo el día de punta en blanco, “nunca se sabe dónde puede estar el hombre de tu vida” me dicen pero yo ni pienso producirme para semejante quehacer la verdad. Me rehúso a andar como una patética seduciendo hasta al verdulero. Además nunca creí que haciendo las compras iba a conocer a alguien interesante. Y claro…..los melancool no van al súper.
Resulta que estoy parada en la esquina esperando que cambie el semáforo para cruzar la calle y siento que el tipo que está parado a mi lado me mira mucho. Lo miro de reojo por si era alguien que conocía y como no era así sigo. Me para y me pregunta la hora. A lo que respondo con la pura verdad “no sé, no tengo reloj”. Entonces me dice que soy muy linda y me pregunta mi nombre. Yo me quedo petrificada entre contenta por el piropo inesperado, con vergüenza porque soy muy modesta (ja) y descolocada por la situación. Le digo mi nombre y él me pide mi número de teléfono. Me rio, le digo que no, que no se lo doy porque no lo conozco. “y bueno, por eso, dámelo así te invito a salir y nos conocemos” me dice el pibe. “Nooo” le digo yo, “¿y si sos un loco que anda suelto?, no te puedo dar mi teléfono”. Insiste un poco más y como ve que no lo va a conseguir me pregunta si vivo cerca, le digo que sí pero sin dar detalles ni nada y decide irse pero antes me saluda con un beso en el cachete que no le pude negar.
Me alegró el día, un tipo normal, ni feo ni hermoso, común y corriente se tomó la molestia de arriesgarse a conocerme. Qué lindo. Pero que feo que yo tenga miedo y la duda de que pueda llegar a ser un psicópata asesino. Es cierto, hay mucha inseguridad por la calle pero ¿por casa como andamos?

Los melancool

Charlando con unas amigas logré catalogar una clase de hombres que últimamente y muy a mi pesar me vengo cruzando muy seguido. Los melancool. Etimología de la palabra: melan deriva de melancolía que significa agobio, abatimiento. Cool en inglés quiere decir fresco, frío, sereno, indiferente, interesante, atractivo.
Entoncés ¿qué es un melancool? Y ¿por qué me topo frecuentemente con ellos? Voy a tratar de responder a la primer pregunta y la segunda van a ver que decanta sola.
En general este tipo de hombres pertenecen a una generación de treintañeros que afrontan la vida con actitud torturada. Son conflictuados, insatisfechos, viciosos y cómodos. Le huyen al compromiso por una cuestión de que no se hallan completos como individuos, entonces temen perder su esencia al involucrarse con una pareja. Son de los que te advierten que te van a hacer mal, que no tienen nada para ofrecerte, que a duras penas se pueden ocupar de ellos mismos. Se sienten inconformes con su vida y su carrera porque no están profesionalmente en el lugar que aspiraban. Es probable que un melancool haya tenido que volver a vivir con sus padres por motivos económicos, que tengan trabajos que los avergüenza porque son orgullosos (camareros, empleados de comercios, eso sí de comercios cancheros como una disquería, videoclub, etc). La mayor parte del año está deprimido por estos temas. Además su vida social es aburrida porque la mayoría de sus amigos (no melancool) están casados, ya tienen hijos y sus parámetros de diversión son muy distintos. Por lo que dedican gran parte de su tiempo libre a fumar porro, jugar a la play, ver tele y una vez por semana con suerte jugar al futbol.
En realidad es todo un bajón en su vida pero su encanto reside en que ese bajonazo lo encaran de una manera tan cool, oscura, casi a lo James Dean diría. Que es inevitable que a una le atraiga esta clase de personajes. Esa negrura depresiva que arrastran nos confunde y terminamos creyendo que tienen onda, que son interesantes y misteriosos. Cuando en realidad son solamente lindos y cancheros pero con millones de rollos que los atormenta.
Y una que en el fondo quiere ser la heroína de la novela, se come el cuento de que lo va a rescatar y que con nuestro toque femenino lo vamos a iluminar y sacar de esa oscuridad. Que en un principio fue lo que nos gustó de él y que ahora ya no tiene, entonces todo se va a la mierda porque pasó de ser un melancool a ser un idiota quejoso y vago. Y así es como ahora reflexiono y creo que debería buscar una categoría para este tipo de mujer tan tarada que sólo se enreda con “malos” hombres como los melancool.

lunes, 18 de mayo de 2009

El inquilino

Tuve un concubino y no era mi pareja, fue peor que eso, mucho peor les puedo asegurar. Con esta nueva onda de vivir aterrorizada por volverme pobre, culpa del bombardeo de los medios sobre esta maldita crisis me encontré tomando decisiones apresuradas.
Resulta que estaba charlando con unos amigos y uno de ellos comenta que en breve se tiene que mudar y no tiene adónde irse. Yo le estaba diciendo a otro que no me vendría mal tener un ingreso mensual adicional. Entonces no sé quién tuvo la maravillosa idea de que le podría alquilar la habitación extra que tengo en mi casa a esta persona. Podría ser, no sé, tal vez, digo yo. Y así fue como pagué las consecuencias de mi codicia. Le alquilé la habitación. El inquilino se suponía que era un buen chico, estudiante, trabajador y gay. Lo cual suponía una ventaja para mí porque pensé que sería como convivir con una amiga. Mentira!!!! Nada más lejos de la realidad.
Terminé conviviendo con alguien que reunía lo peor de los dos sexos. Tenía las malas costumbres masculinas (dejar la tabla del inodoro abierta, pelos en el jabón, olor a pata en el dormitorio, arrasar con la heladera a mitad de la noche, dejar todas las luces prendidas, etc.) sumadas a los peores hábitos femeninos (opinar sobre moda, usar muchos cosméticos, extrema preocupación por el cabello, etc.).
Voy a aclarar un poco el tema de sus manías femeninas y por qué me hartaron. Que opine sobre moda no me parece mal siempre y cuando no sea para criticar lo que yo me pongo. Que use cosméticos tampoco me molesta, salvo cuando son los míos. Encima yo sabía que me usaba mis cosas pero no podía acusarlo porque no lo veía cuando lo hacía. Pero una obsesiva como yo se da cuenta enseguida si la pincita de depilar está cambiada de lugar, o si un frasco de crema se está vaciando muy rápido. Encima el muy cochino no se bañaba todos los días, pero eso sí, la tremenda porra de rulos que tenía en la cabeza se la mojaba y llenaba de crema para peinar todos los días.
Me vi obligada a esconder en mi propia casa todos mis productos de belleza para que no me los use. Un día se termino la pasta de dientes, y yo de jodida que soy me compré una y decidí esconderla en mi cartera. Quería hacer la prueba de cuánto tardaba en comprar una nueva. Porque el tipo ni siquiera se molestaba en hacer compras, si yo compraba algo me pagaba la mitad pero él ni se movía. Cuatro días pasaron, en cuatro días no se cepilló los dientes, un asco total.
En fin, una tortura, yo ya no lo soportaba más. La gota que rebalsó el vaso fue oírlo decir “mi casa” y que yo era “la chica que vivía con él”. Así transcurrieron varias semanas, yo con mi peor cara, ni le dirigía la palabra. Para colmo cualquier intento mío por ofenderlo era contraproducente. Ante frases mala onda u observaciones criticonas que le hacía del estilo “el pelo así te queda horrible, ¿por qué no te lo cortas?”; o “¿qué me miras, tengo monos en la cara?” me encontraba con respuestas del tipo “sos lo más, me encanta tu forma de ser tan directa”. El otro no se hacía cargo de nada hasta que un día me pregunta qué me pasa y ahí le vomité todo. Cuando le dije que era un desubicado por usar mi pincita de depilar (un objeto íntimo y personal) me respondió que justo se vio las cejas muy peludas y como estaba ahí la usó. Y así con todo. Hasta que le di el ultimátum para que se mude.
Me dice que en 15 días se va porque consiguió departamento. Llega la fecha y no se va nada. Se fue 10 días después de la fecha prometida. Durante ese tiempo, todos los días le preguntaba “¿cuándo te vas?”, “mañana” me contestaba. Hasta que el día número diez le exijo que cumpla y se fue. Arañando las paredes en su esfuerzo por prolongar su estadía pero finalmente se fue.
Y así fue como aprendí una lección muy importante, o varias. Lo barato sale caro, no tengo que ser tan codiciosa, las apariencias engañan y los hombres son todos iguales. Huelen, dejan pelos por todos lados y nunca bajan la tabla del inodoro.

jueves, 7 de mayo de 2009

Lo que se viene

Se vienen nuevos post! Proximamente tendrán el agrado de leer acerca de "Cómo deshacerse de un room mate insoportable y no fracasar en el intento" y si me decido tal vez sepan intimidades de un festival de cine y sus adeptos.....
Los espero!

sábado, 17 de enero de 2009

Se terminó definitivamente

Si, junto con el 2008 se terminaron un montón de cosas. Algunas por suerte y otras por desgracia. Pero todo lo que comienza en algún momento tiene que acabar. Y si quieren que me ponga cursi les puedo decir que nada es eterno, que todo tiene un final, todo termina….como decía la canción esa insoportable de Fito Paez creo, que siempre ponían en las fiestas de despedida y esas porquerías imbancables. Debo decir que hoy estoy más cínica que nunca, entre el calor insoportable de 37 grados que tuve que aguantar hoy en esta maldita ciudad (y sigo con las frases de canciones de rock nacional que detesto), el cansancio que vengo acumulando debido al insomnio que me atormenta noche a noche y el mal humor que me da estar aquí en vez de en una playa del caribe, creo que me muerdo la lengua y corro el riesgo de morir envenenada. Así que les aviso que así viene la mano en este post de catarsis.
Se terminó por fin el tema de la casa maldita. La terminaron alquilando los vecinos del piso de arriba que tienen una empresa de seguridad. Y patovicas tenían que ser, unos huecos inflados de músculos solamente podrían hacer semejante negocio. Encima después de firmar el contrato y todo el lío, me llaman por teléfono para quejarse porque no tienen las llaves para abrir algunas puertas de la casa. Ja, si supieran que mi abuela querida las coleccionaba en frascos por millones y que yo las tiré a la basura en medio de un ataque de esquizofrenia en el que ya no sabía si era yo o una participante de “Feliz Domingo” tratando de abrir el cofre (ni vale la pena aclarar de que hablo, sé que más de la mitad de mis pocos lectores no entienden a qué me refiero, para mayor información pueden ver el siguiente link http://www.youtube.com/watch?v=3A2K8XY7oZI ).
Se terminó mi año sabático, me reinserté en el mercado laboral con lo bueno y malo que eso implica.
Se terminó mi etapa de inimputable por estar pasando un momento crucial, una separación de lo menos traumática afortunadamente.
Se terminó mi vida de compañera de piso con una amiga del alma.
Se terminó mi incertidumbre acerca de qué quiero hacer con mi vida. De momento….
Y también se terminaron romances que tenían fecha de vencimiento, eso es bueno porque sino podría haberme intoxicado, aunque como con un helado si no me lo sacaban a la fuerza por mi hubiese seguido comiendo hasta terminar enferma. A veces hay gente más sabia que otra que sabe frenar a tiempo. No es mi caso.
Lo que no se va a terminar nunca es el hecho de que a pesar de todo y por todo no soy rebelde, sigo siendo re buena.

jueves, 1 de enero de 2009

Se vino el 2009

Si señores, ya cruzando la recta final está el 2008. Qué año, qué manera de mover las cabezas Teté, diría Giordano. Jamás hubiese imaginado que en un año iba a vivir tantas experiencias maravillosas y otras no tantas. Pero es así, un poco de dulce y un poco de salado, para no empalagarse. En mi caso por suerte, ser rebuena me dio muchas gratificaciones, aunque ahora en momentos de balances debo confesar que un poquito rebelde fui. Un poco nomás. Es que me di cuenta que tiene su gracia ser un poco rebelde way. Acá va mi reconocimiento a todos aquellos que transitaron conmigo, a mi lado, adelante, atrás y al costado este año increíble. Les voy a contar un poquito de cada uno y su tránsito que enriqueció enormemente mi vida.

EC, el bipolar
El bueno y el malo, el insoportable y el adorable. Por Dios que paciencia! Buenísimo su tránsito por mi vida así como el de los astros que me enseñó a observar. Fluctuante como ellos obvio, me hizo divertir mucho y sacar canas verdes al mismo tiempo. En fin será cuestión de aprender a leerlos. Cosa que evidentemente no hice ni creo lograr porque no soy muy buena alumna por lo visto. Capaz si en algún momento se toman la molestia de leerme a mi…….y de contestarme fundamentalmente!!!!
CP, the godfather
Sí, el padrino, porque papá ya tenía. Este año que pasó se volvió un godfather porque eso era lo que estaba necesitando, un guía, un mentor, una orientación, un algo desesperadamente, y lo encontré en el momento indicado. Me hundía y me hizo decidirme a viajar, a explorar nuevos horizontes y a abrir la mente. Admirable timing y confluencia de energías.
FA, mi hermana electiva
La quiero, adoro y extraño enormemente. La amiga más inesperada y menos pensada. Tan distintas y tan iguales. La única con la que pude convivir en paz y armonía. Y ahora se fue y dejo un vacío gigante que a veces se llena, un poquito nomás, con otros seres maravillosos que me dejó de legado.
PS, mmmmm
Ja, esta persona jamás de los jamases se imaginará que le estoy dedicando unas líneas. Si apenas cruzamos palabra. Pero me da buena vibra, muy buena. Y la verdad que últimamente les estoy dando mucha importancia a mis percepciones. Muchas coincidencias gratas. Y las casualidades pueden ser causalidades. Así que presiento cosas muy buenas acerca de PS y si el destino hace que se crucen nuestros caminos otra vez, juro que voy a estar muy atenta.

Bueno, a ustedes, los que se encontraron en los párrafos superiores, les pido que no se asombren. Lograron trascender en mi 2008, jugaron un rol muy importante, en todos los aspectos pero sobre todo destacaron por haberme ensañado cosas nuevas de la vida, me ayudaron a experimentar sabores desconocidos, amargos y dulces como decía antes, pero que le vamos a hacer, soy fanática de lo agridulce. Y rebuena, no se olviden.