sábado, 30 de abril de 2011

Buenos Aires me mata


Me había olvidado que acá todo lo tiñe la humedad.
Que todo es pegajoso y vuelvo a llevar alcohol en gel encima.
No hay términos medios. Excesos o carencias por dónde mire.
El colectivo pasa sin horarios, por la noche da miedo esperarlo. Pero más peligroso es tomar un taxi sola ¿Qué hago?
Mañana vamos con Sofi a comprar el gas paralizer. Ideal para la cartera de la dama o el bolsillo del caballero. Si hasta viene con el envase de color rosa, precioso.
Todos están enojados y en los comercios su pregunta sí molesta.
No hay tiempo para nada. Siempre llego tarde.
Por suerte hay reencuentros. Algunos afectos, lugares, sabores me dan felicidad.
Pero yo me sigo perdiendo.
Igual acá ni me busco porque ya sé que no estoy.
Instinto de supervivencia, me pongo la armadura de porteña. Y empiezo a exigir en vez de pedir, no regalo más sonrisas y me vuelvo desconfiada. Ahora empiezo a obtener resultados...hijos del rigor.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno pasar por aca.
Lei todo impunemente, debo decir.
Y me pareció genial.
Todo.

Un beso M.

SubMarine dijo...

lo mismo hice yo en tu flickr y fue un placer :)

Besos