sábado, 17 de enero de 2009

Se terminó definitivamente

Si, junto con el 2008 se terminaron un montón de cosas. Algunas por suerte y otras por desgracia. Pero todo lo que comienza en algún momento tiene que acabar. Y si quieren que me ponga cursi les puedo decir que nada es eterno, que todo tiene un final, todo termina….como decía la canción esa insoportable de Fito Paez creo, que siempre ponían en las fiestas de despedida y esas porquerías imbancables. Debo decir que hoy estoy más cínica que nunca, entre el calor insoportable de 37 grados que tuve que aguantar hoy en esta maldita ciudad (y sigo con las frases de canciones de rock nacional que detesto), el cansancio que vengo acumulando debido al insomnio que me atormenta noche a noche y el mal humor que me da estar aquí en vez de en una playa del caribe, creo que me muerdo la lengua y corro el riesgo de morir envenenada. Así que les aviso que así viene la mano en este post de catarsis.
Se terminó por fin el tema de la casa maldita. La terminaron alquilando los vecinos del piso de arriba que tienen una empresa de seguridad. Y patovicas tenían que ser, unos huecos inflados de músculos solamente podrían hacer semejante negocio. Encima después de firmar el contrato y todo el lío, me llaman por teléfono para quejarse porque no tienen las llaves para abrir algunas puertas de la casa. Ja, si supieran que mi abuela querida las coleccionaba en frascos por millones y que yo las tiré a la basura en medio de un ataque de esquizofrenia en el que ya no sabía si era yo o una participante de “Feliz Domingo” tratando de abrir el cofre (ni vale la pena aclarar de que hablo, sé que más de la mitad de mis pocos lectores no entienden a qué me refiero, para mayor información pueden ver el siguiente link http://www.youtube.com/watch?v=3A2K8XY7oZI ).
Se terminó mi año sabático, me reinserté en el mercado laboral con lo bueno y malo que eso implica.
Se terminó mi etapa de inimputable por estar pasando un momento crucial, una separación de lo menos traumática afortunadamente.
Se terminó mi vida de compañera de piso con una amiga del alma.
Se terminó mi incertidumbre acerca de qué quiero hacer con mi vida. De momento….
Y también se terminaron romances que tenían fecha de vencimiento, eso es bueno porque sino podría haberme intoxicado, aunque como con un helado si no me lo sacaban a la fuerza por mi hubiese seguido comiendo hasta terminar enferma. A veces hay gente más sabia que otra que sabe frenar a tiempo. No es mi caso.
Lo que no se va a terminar nunca es el hecho de que a pesar de todo y por todo no soy rebelde, sigo siendo re buena.

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